¿Cuántas veces
hemos escuchado a nuestros abuelos decirnos “Dejad el móvil ya”? ¿Qué pensamos
sobre esos juegos tan aburridos que nos proponen? Mi opinión sobre este tema,
es que nos hemos olvidado de vivir con pequeñas cosas, se nos ha extraviado la
manera de jugar. Lo peor de todo es en comidas familiares ¿Me juráis que
después de comer, o mejor dicho, hasta durante la comida, en vez de, hablar con
vuestros abuelos o pedirles que os cuenten batallitas de su adolescencia no os
habéis puesto con los celulares? Pongo la mano en el fuego que el 75% sí.
Existen casos en los que más de uno se ha sorprendido cuando va sentado en el
autobús o en el metro y de repente una persona más joven cede su asiento a un
anciano o anciana. Al ver eso nos exaltamos debido a que hoy las personas de la
tercera edad, son un estorbo para muchos, que son unos lentos al cruzar el paso
de cebra, pero retrocedamos 100 años más atrás…El respeto a los mayores estaba
por encima de cualquier cosa, sin embargo ahora, nos aprovechamos. Este fin de
semana, esperando a que saliera el tren, se abrió la puerta y era una mujer de
80 años aproximadamente con una mochila a la espalda más grande y un carro que
no podía subir. Yo, mientras la observaba me di cuenta de que nadie se había
levantado a ayudarla, sin embargo yo, fui rápidamente, la quité la mochila de
la espalda, me la colgué y la subí el carro que tanto le pesaba. Noté como esa
parte del vagón me miraban de manera extraña y la verdad seguía sin entenderlo,
la anciana me dijo “Hace más de un año que un joven no me ayuda”
Creo que la
sociedad en la que vivimos, somos un poco egoístas y no pensamos en que en un
futuro también nos costará pasar un paso de cebra, incluso agacharnos a por las
llaves que se nos caigan. Pensemos más en los demás.
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