Los abuelos desempeñan un
importante papel en el núcleo familiar. Son personas sabias que nos transmiten
su cultura y conocimiento a través de historias de experiencias vividas. Actúan
como mediadores, gracias a su bondad y comprensión mantienen unidas las
familias y colaboran de manera activa en la educación de los más pequeños. Del
mismo modo dan ayuda económica (pagas, etc.) a distintos miembros del grupo
familiar.
Debido a la gran
diferencia que existe entre su generación y la nuestra, la de los adolescentes,
a veces existen momentos de confusión y tensión. Por ejemplo, en la época de
mis mayores no había tecnología, la familia estaba mucho más unida, no había
tantos peligros… Eso conlleva a que las formas de entretenimiento sean muy
distintas. Del mismo modo ellos recibieron una educación bastante pobre en
comparación con la nuestra y vivieron en la época de la posguerra, teniendo muy
pocos recursos económicos. Nosotros vivimos con muchas comodidades, nos
absorben las pantallas y tendemos a no reunirnos tanto con ellos, y eso
descontenta a los más ancianos quienes, como he dicho antes, tenían otras
costumbres y estilos de vida. Hay personas de la tercera edad más modernas y
otras que se encierran en el pasado, como es el caso de mis abuelos.
Personalmente, yo solo he
conocido a mis abuelos paternos y ellos muchas veces nos reprochan el hecho de
que no les vamos a visitar muy seguido. No debemos “abandonar” a estas personas
que nos proporcionan tanta ayuda y felicidad, es nuestro deber prestarles la
atención que se merecen y pasar tiempo con ellos, de manera que las familias
vuelvan a estar igual de unidas que antes y todos podamos compartir buenos
momentos y alegría con nuestros seres queridos.
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