Mañana, 21 de Marzo, la Unesco celebra el Día Mundial de la Poesía. Leyendo el excelente blog del profesor Felipe Zayas, quiero expresar mi opinión con sus palabras, que las hago mías, de que la mayoría de los profesores parcelamos la poesía por épocas, siglos movimientos y generaciones, y tratamos de enseñar muchas cosas que poco tiene que ver con su entendimiento: distinciones entre mester de clerecía/juglaría; conceptismo/culteranismo; modernismo/generación del 98… Pero lo mágico y maravilloso de la poesía es comprobar que las palabras adquieren nuevos significados, provocando una identificación de nuestros sentimientos con el alma del poeta, hacemos nuestras sus palabras, sus emociones, que nos sirven para alimentar nuestro espíritu, para ensanchar nuestra perspectiva del mundo, recogiendo las vivencias de una persona que escribió un poema, independientemente del lugar y del momento donde fue creado y que lo hacemos nuestro. Gracias a la POESÍA por existir. Carmine. Dejo aquí uno de mis poemas favoritos: TE QUIERO, de Luis Cernuda.
TE QUIERO
Te lo he dicho con el viento,
jugueteando como animalillo en la arena.
O iracundo como órgano tempestuoso.
Te lo he dicho con el sol,
que dora cuerpos juveniles
y sonríe en todas las cosas inocentes.
Te lo he dicho con las nubes,
frentes melancólicas que sostienen el cielo,
tristezas fugitivas.
Te lo he dicho con las plantas,
leves criaturas transparentes
que se cubren de rubor repentino.
Te lo he dicho con el agua,
vida luminosa que vela en un fondo de sombra;
te lo he dicho con el miedo,
te lo he dicho con la alegría,
con el hastío, con las terribles palabras.
Pero así no me basta:
más allá de la vida,
quiero decírtelo con la muerte;
más allá del amor,
quiero decírtelo con el olvido.
LUIS CERNUDA
jugueteando como animalillo en la arena.
O iracundo como órgano tempestuoso.
Te lo he dicho con el sol,
que dora cuerpos juveniles
y sonríe en todas las cosas inocentes.
Te lo he dicho con las nubes,
frentes melancólicas que sostienen el cielo,
tristezas fugitivas.
Te lo he dicho con las plantas,
leves criaturas transparentes
que se cubren de rubor repentino.
Te lo he dicho con el agua,
vida luminosa que vela en un fondo de sombra;
te lo he dicho con el miedo,
te lo he dicho con la alegría,
con el hastío, con las terribles palabras.
Pero así no me basta:
más allá de la vida,
quiero decírtelo con la muerte;
más allá del amor,
quiero decírtelo con el olvido.
LUIS CERNUDA