UN JOVEN REBELDE
Un día
Javier, un adolescente de trece años de ojos marrones, pelo castaño y rollizo,
estaba paseando por Benageber, una ciudad pequeña con farolas apagadas y
anegada de basura, cuando de repente se encontró con Rodrigo, un estudiante de
14 años sagaz y usurero de pelo erizado, ojos verdes y delgado que amenazaba
por dinero. Al verle, Javier se asustó y decidió escapar.
Al correr
se chocó contra un hombre con bastón, sólido, astuto y gentil y cayó al suelo.
Tomás, el hombre, le levantó y le dijo:
-Hola,
¿te podría ayudar en algo?
-No,
gracias- respondió Javier educadamente.
-¿Por qué
corrías tan deprisa?
-Por
nada, no se preocupe.
Seguidamente
Tomás entró a una tienda para comprar un paraguas porque empezó a llover.
Cuando
Rodrigo encontró a Javier, se abalanzó sobre él y tras los ventanales Tomás se
dio cuenta y salió a ver que ocurría:
-¿Qué
pasa?
-Nada
señor, discúlpenos- respondió Javier con miedo.
El hombre
se alejó de la esquina y al torcer observó a Rodrigo pegando a Javier y muy
indignado le reprendió. Desde ese momento no se atrevió a pegar a nadie nunca
más.