La
crisis puede ser uno de los factores condicionantes de la no independencia de
los jóvenes, pero ¿realmente es esto lo que les frena a no emanciparse?
El
alto índice de paro en la juventud y la precariedad laboral son causas directas
que frenan a la población menor de treinta años a salir del hogar familiar.
Incluso aquellos que gozan de un puesto de trabajo, no pueden plantearse el
hecho de independizarse por los bajos salarios y la efímera vida de sus contratos
laborales, también tenemos a esos becarios que con mucha frecuencia tienen una
remuneración económica menor al salario mínimo establecido. Por lo tanto, ¿de
qué forma puede la juventud hacer frente al pago del alquiler de una vivienda?
Luego nos encontramos con aquellos jóvenes que por distintas razones pertenecen
a la “generación nini” ,es decir, que ni estudian, ni trabajan, por lo que no
tienen ninguna forma de autogestionarse en la vida. En otros casos, los hay que
disfrutan de esa “falsa” independencia gracias a la ayuda económica familiar.
Hay estudios que indican que la emancipación no viene dada por los fuertes vínculos
familiares existentes en los países mediterráneos, y por las causas
anteriormente mencionadas, puesto que en momentos económicos más prósperos
tampoco los jóvenes tomaron la iniciativa para hacerlo debido a que están más cómodos
en el entorno familiar porque ven un horizonte lleno de posibilidades como:
viajar y conocer mundo sin tener que preocuparse de las obligaciones que
conlleva la independencia.
En
resumen, tenemos a aquellos jóvenes que no se pueden independizar debido a su
escaso salario, y a aquellos que no se independizan porque prefieren llevar una
vida llena de caprichos y comodidades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario