Ayer estuve en el Corral de Comedias de Alcalá de Henares viendo el espectáculo "Las danzas de la muerte" del grupo Nao d´amores (España) y el Teatro da Cornucópia (Portugal. Es espectacular tanto en el tratamiento de los textos como en la puesta en escena, donde el famoso actor Luis Miguel Cintra, actor y director portugués, llena de maestría el pequeño escenario del teatro,en el que el público se ve involucrado en los juegos de la Muerte. Os dejo un vídeo ilustrativo. Carmine.
La danza de la Muerte, es una sucesión de textos e imágenes presididas por la Muerte como personaje central –generalmente representada por un esqueleto, un cadáver o un vivo en descomposición- y que, en actitud de danzar, dialoga y arrastra uno por uno a una relación de personajes habitualmente representativos de las diferentes clases sociales.
El tema de la muerte, insoslayable, que a todos alcanza, sea cual fuere su condición social, el poder, la fuerza, el saber, el sexo, la edad o los méritos es una idea que aparece ampliamente expresada desde el siglo XII. Sin embargo, la Danza Macabra como género literario, coreográfico y espectacular, nace probablemente a raíz de las pandemias que azotaron Europa desde 1347: la peste neumónica o bubónica que se llevaba por delante a todo el mundo, fuere cual fuere su rango, su condición y su edad. Se extiende por toda Europa, fundamentalmente por los países con puerto, siendo mares y ríos vía de contagio, muriendo en dos años, la tercera parte de la población. En este contexto de psicosis colectiva, espeluznante paroxismo en que la vida está constantemente amenazada, se perfila el tema de la Danza Macabra. El hecho es que a partir de 1380 la iconografía macabra toma un vuelo hasta entonces desconocido y el arte de la muerte se transforma profundamente: aparece la desolación, los gusanos, la desnudez del cadáver, el aspecto torturado, la podredumbre de la carne, con una morbosa complacencia desconocida en la tradición cristiana.
A lo largo del siglo XV y buena parte del siguiente, las composiciones macabras se hicieron eco de una sensibilidad sin prejuicios, franca y auténtica, que sería sepultada por la Contrarreforma con la desaparición o la transformación de esta modalidad plástico-coreográfica. Se da la espalda a la gran experiencia espiritual que había creado la Danza Macabra y sus diversas encarnaciones iconográficas, y las formas modernas de piedad y de devoción, aunque ancladas poderosamente en el sentido de la muerte, desterraron la ironía y el humor macabro, y tuvieron que someterse a la interpretación dictada por el clero. De esta forma, fuera del ámbito popular, la producción de danzas macabras, prácticamente se agotó.
Fuente: http://www.naodamores.com/marcos/Dosier%20Danza/descargas/dossier_Danza_de_la_Muerte.pdf
La danza de la Muerte, es una sucesión de textos e imágenes presididas por la Muerte como personaje central –generalmente representada por un esqueleto, un cadáver o un vivo en descomposición- y que, en actitud de danzar, dialoga y arrastra uno por uno a una relación de personajes habitualmente representativos de las diferentes clases sociales.
El tema de la muerte, insoslayable, que a todos alcanza, sea cual fuere su condición social, el poder, la fuerza, el saber, el sexo, la edad o los méritos es una idea que aparece ampliamente expresada desde el siglo XII. Sin embargo, la Danza Macabra como género literario, coreográfico y espectacular, nace probablemente a raíz de las pandemias que azotaron Europa desde 1347: la peste neumónica o bubónica que se llevaba por delante a todo el mundo, fuere cual fuere su rango, su condición y su edad. Se extiende por toda Europa, fundamentalmente por los países con puerto, siendo mares y ríos vía de contagio, muriendo en dos años, la tercera parte de la población. En este contexto de psicosis colectiva, espeluznante paroxismo en que la vida está constantemente amenazada, se perfila el tema de la Danza Macabra. El hecho es que a partir de 1380 la iconografía macabra toma un vuelo hasta entonces desconocido y el arte de la muerte se transforma profundamente: aparece la desolación, los gusanos, la desnudez del cadáver, el aspecto torturado, la podredumbre de la carne, con una morbosa complacencia desconocida en la tradición cristiana.
A lo largo del siglo XV y buena parte del siguiente, las composiciones macabras se hicieron eco de una sensibilidad sin prejuicios, franca y auténtica, que sería sepultada por la Contrarreforma con la desaparición o la transformación de esta modalidad plástico-coreográfica. Se da la espalda a la gran experiencia espiritual que había creado la Danza Macabra y sus diversas encarnaciones iconográficas, y las formas modernas de piedad y de devoción, aunque ancladas poderosamente en el sentido de la muerte, desterraron la ironía y el humor macabro, y tuvieron que someterse a la interpretación dictada por el clero. De esta forma, fuera del ámbito popular, la producción de danzas macabras, prácticamente se agotó.
Fuente: http://www.naodamores.com/marcos/Dosier%20Danza/descargas/dossier_Danza_de_la_Muerte.pdf
Había escuchado hablar de esta danza, pero no sabía nada de ella. Me ha encantado. Muchas gracias por la entrada.
ResponderEliminarUn saludo
Muy interesante y muy profundo.Son macabras pero delicadas.En general, todas las investigaciones coinciden en que la Peste Negra y la crisis del siglo XIV cumplieron un papel de fundamental importancia para el desarrollo y difusión del género.
ResponderEliminarEra una época de gran injusticia y desigualdad social, y esto también repercute en el arte con una fuerte dosis de descontento social.
Un beso dulce para este relato de mi amiga.