El pasado miércoles 29 de Abril nos fuimos con los chicos de 4º de ESO a una excursión a Cuenca, que consistía en dos partes: por la mañana visitamos el Museo de Ciencias Naturales, interactivo y muy bien equipado, y que comentará mi compañera Nilla http://bkingston.blogspot.com/;por la tarde dimos una vuelta por el casco histórico y nuestro compañero Ricardo Langreo, natural de la provincia de Cuenca, nos contó una famosa leyenda, la Cruz del Diablo, que yo no conocía pero que me encandiló, por eso os la transmito aquí:
Un joven apuesto y galán llamado Don Diego conquistaba a todas las mozas que pasaban a su alrededor y no se le resistía ninguna.En la Ciudad era reconocido como un mujeriego y era la vergüenza de su adinerada familia.La tragedia llegó cuando en Cuenca apareció una joven y preciosa dama, de nombre Diana en la que D. Diego no tardó en poner el ojo.Pasaron los días y D. Diego no dejaba de cortejarla hasta que al final ella accedió a sus deseos.Esta relación no era bien vista por su reputado padre que sentía vergüenza ajena, estaba sumido en un dolor intenso al saber que su hijo vivía en pecado mortal.
El día de los Santos , fecha en que era tradición recogerse en sus hogares a orar, D. Diego decidió hacer caso omiso a tales tradiciones y hacer una fiesta con sus amigos y su amada Diana.Los amigos temerosos de esa noche oscura y lúgubre sintieron miedo de la locura de D. Diego. Este se rió de sus miedos y se ofendieron. A raíz de esto todos marcharon menos uno que le retó en el Santuario de las Angustias. La noche tormentosa hizo desistir a éste único amigo y los amantes se quedaron solos.
Ella le pidió a D. Diego que la poseyera en esa noche cristiana de Difuntos;él, lleno de pasión, accedió a sus peticiones y al ir a levantarle la falda a esa preciosa mujer no dio crédito a sus ojos, porque aquello que deberían haber sido unas suaves y delicadas piernas realmente eran unas peludas y grasientas patas de cabra. Ahora lo entendió todo, había vivido en pecado, había deshonrado a su familia y el diablo en forma de hermosísima mujer quería poseer su alma pecadora. Preso de la desesperación se agarró a la Cruz de los Descalzos rogando a Dios que le perdonara. Tanta fue su intensidad y su deseo de perdón que la huella de su mano quedó marcada en la Cruz. El diablo desapareció al ver que no tenía alma que poseer.
Muy bonito; me ha gustado mucho recordarlo. Espero terminar pronto mi entrada. Besos
ResponderEliminarHe estado en Cuenca, pero desconocía esa interesante leyenda. Veo que hacéis muchas actividades con los alumnos. Enhorabuana
ResponderEliminarComprendo que te fascinara esta leyenda, porque es casi sobrecogedora. Ay el pecado, cuánto nos ha hecho sufrir... Saludos cordiales.
ResponderEliminarHermosa leyenda Carmine, muy hermosa.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
¡Mira que es retorcido el diablo¡ ¡ patas de cabra ufff¡
ResponderEliminarPor cierto, el suicidio también es pecado mortal, y directito al infierno ¿por qué salvó su alma el Don Juan de Don Diego?...
Besitos
seria de gran ayuda que pusierais en que parte de cuenca se encuentra la cruz de la leyenda. gracias de antemano
ResponderEliminarMe gustaria decirte que la Leyenda no se titula : La cruz del diablo, sino La cruz de los Descalzos.
ResponderEliminarSoy la de antes, la cruz está en el paraje de la ermita de Ntra. Sª de las Angustias
ResponderEliminarmuy buena! yo siempre crei que la cruz del diablo era una cruz fabricada por el diablo para llevarle la contra a nuestro Padre Celestial...o kizas lo es y esta es una nueva historia! jeje!any way... muy buena historiachoko b-boy
ResponderEliminarno se ami no me gusto para nada.....
ResponderEliminarChucha ...
ResponderEliminarLa cruz estaba, porque la han destruido alguno que era peor que el diablo, en la parte izquierda bajando desde la plaza mayor en un recinto delante de la puerta de una casona que quizá sería algún convento en la entrada a la placita que está el santuario de la Virgen de las Angustias. Esta es una leyenda más de Cuenca y creo que se relata en un libro que se titula Leyendas conquenses y que leí de pequeña.
ResponderEliminarLA CRUZ DE LOS DESCALZOS EN CUENCA.
ResponderEliminarLa cruz vuelve a estar en su sitio, reconstruida. Han mantenido la parte original de la mano.
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