COMENTARIO DE MARÍA G. 4ºB

VLADIMIR VOLOSOV

LLUVIA
La lluvia tiene un vago secreto de ternura,
algo de soñolencia resignada y amable,
una música humilde se despierta con ella
que hace vibrar el alma dormida del paisaje.

Es un besar azul que recibe la Tierra,
el mito primitivo que vuelve a realizarse.
El contacto ya frío de cielo y tierra viejos
con una mansedumbre de atardecer constante.

Es la aurora del fruto. La que nos trae las flores
y nos unge de espíritu santo de los mares.
La que derrama vida sobre las sementeras
y en el alma tristeza de lo que no se sabe.

La nostalgia terrible de una vida perdida,
el fatal sentimiento de haber nacido tarde,
o la ilusión inquieta de un mañana imposible
con la inquietud cercana del color de la carne.

El amor se despierta en el gris de su ritmo,
nuestro cielo interior tiene un triunfo de sangre,
pero nuestro optimismo se convierte en tristeza
al contemplar las gotas muertas en los cristales.

Y son las gotas: ojos de infinito que miran
al infinito blanco que les sirvió de madre.

Cada gota de lluvia tiembla en el cristal turbio
y le dejan divinas heridas de diamante.
Son poetas del agua que han visto y que meditan
lo que la muchedumbre de los ríos no sabe.

FEDERICO GARCÍA LORCA

COMENTARIO DE MARÍA:

Tanto el cuadro de Volosov como el poema de García Lorca tratan el tema de la lluvia, de lo que se siente al ver llover, cuando las emociones se vuelven nostálgicas. Según dice el autor del poema, la lluvia hace vibrar el alma dormida del paisaje, en el cuadro la este fenómeno metereológico da vida al paisaje, en los charcos del suelo se reflejan los colores del palacio; sin haber llovido el suelo tendría todo un mismo tono monótono, en cambio la lluvia le da diferentes colores. Lo mismo ocurre en el cielo, se ha tornado gris, como los sentimientos.