En Semana Santa, visité durante un día mi querida ciudad de Barcelona y aunque en varios libros que he leído siempre oía citar el Mercado de la Boquería, las veces que había estado en La Ciudad Condal nunca lo había visitado. Así que fue de las primeras cosas que hice y cuando entré me quedé boquiabierta con su colorido, mezcla de sabores, olores, personajes peculiares que hacen de este mercado un micromundo que retrata la sociedad barcelonesa y a la vez revive su historia desde la Edad Media.
El Mercado de la Boquería es, para muchos barceloneses (y para muchos paseantes no barceloneses), un miembro de la familia. Su presencia en uno de los puntos más vivos de la ciudad (la Rambla), la fama de algunos de los personajes que lo frecuentan y son asiduos compradores, así como la variedad de sus productos han convertido a este mercado en una especie de símbolo, en algo más que un mercado.
La Boquería es un cuerpo poliédrico, un ser vivo con muchas caras: la Boquería medieval, en medio de la Rambla, al aire libre, con su espontaneidad y su caos; la Boquería del siglo XIX, un servicio público ganado por la municipalidad a la Iglesia durante el proceso de Desamortización; la Boquería de novela, fuente de mitos y leyendas; la Boquería de hoy, popular y sofisticada a un tiempo, turística pero también testimonio latente de una Barcelona menestral que no ha desaparecido del todo. Isabel Obiols y Pere Ferrer se han paseado por el presente del mercado y han buceado en su pasado, de manera que este libro espectacular que tenéis en las manos es una aproximación integradora, mediante las palabras y las imágenes, bellísima y respetuosa, a todos los rincones de la Boquería, un «microcosmos absolutamente inexplicable». “El mercado de la Boquería” Isabel Orriols y Pere Ferrer, Ed. Salsa Books 2004
Han sido mucho los escritores que han ambientado parte de sus novelas en este mercado, un mundillo de trasiegos y actividad constante. Carlos Ruiz Zafón en "La sombra del viento" y "El juego del Angel"; se trata de un lugar que frecuentaba el protagonista, Daniel Sempere. Pepe Carvalho, el detective más famoso de Vázquez Montalbán, solía comprar allí. Eduardo Mendoza ensalza su bullicio en "La ciudad de los prodigios" y hasta el escritor irlandés Colm Tóibín, que creía que el catalán "era un idioma de la montaña y que era cosa de gente mayor", descubrió esta lengua gracias a las tenderas del Mercat de la Boquería .
A lo largo de los años la Boqueria se ha convertido en el mercado más emblemático de toda la red. La estructura, la situación, y los vendedores, lo convierten en un lugar de visita obligada para todos los turistas que visitan nuestra ciudad. Este mercado tiene para todos los barceloneses, la sugestión de un recuerdo familiar, está atado a la história de la ciudad, de todas nuestras famílias, sus tradiciones, y fiestas populares. Es el mayor mercado de España. Los vendedores actuales son en su mayoría de la tercera y cuarta generación de vendedores del mercado. Son la unión del pasado con el presente. Innovadores, llenos de proyectos y de ideas, de renovación de la Boqueria para la nueva Barcelona. La oferta comercial es muy variada; pescado fresco y marisco;pesca salada y conservas; carnicería y despojos; aves, caza, y huevos; fruta y verdura; herboristería y dietética; legumbres y cereales; víveres, horno de pan y restaurante, congelados, embutidos, paradas de payeses, etc.
Como curiosidad diré que un puesto en el emblemático mercado de La Boqueria (Barcelona) ha introducido la venta de insectos comestibles en nuestro país. Hasta ahora, el puesto vendía setas de todas las variedades, y los propietarios del local decidieron arriesgarse y vender distintos tipos de insectos procedentes de Londres y México. Las persona que estén interesadas en degustar los caramelos de escorpión, los gusanitos a la barbacoa, la sal de escarabajo, los grillos... podrán adquirirlos en este lugar único.
Por último, os dejo un vídeo ilustrativo sobre el Mercat de la Boquería, un placer para los sentidos.
Qué bonito y qué bien explicado.Todo lo vives y lo cuentas de una manera especial y nos haces ver cosas que nuestros ojos no vieron. Un beso , amiga mía.
ResponderEliminarHolaaaa amiga..pasa por casa a ver las fotografías que YOel que ha subido a Picasa, espero te gusten...
ResponderEliminarHoy me veras en tu clase al final, calladita y escuchandote.. jjejeje..
Miles de besotesss para que tengas un feliz día
Siempre me ha gustado ese mercado; y cuando vaya a Barcelona iré a verlo;¿viste los saltamontes y otros insectos tostados, que están haciendo furor?.
ResponderEliminarEstupenda descripción.
Besos
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ResponderEliminarHace apenas dos meses estuve en Barcelona y visité este mercado. Me pareció un lugar con mucho encanto. Lástima no haber leído esta entrada antes, pues ahora me doy cuenta de que no advertí algunas de las cosas que mencionas.
ResponderEliminarUn saludo y muchas gracias por pasarte por mi blog.
Marisa
Gracias! Gracias! Gracias! Carmine volver a las gracias por su visita y también por su suave y amable comentario. Me siento feliz y honrado por su amistad, muy satisfechos por el reconocimiento que demuestra en nuestro trabajo. Gracias de nuevo por su presencia frecuente. James Greene solía decir, "todo lo bueno que yo pueda hacer, toda la ternura que puede mostrar a cualquier ser humano, que voy a hacer ahora, o de aplazar olvidar, se va de la misma manera dos veces." Confiésate que es muy reconfortante tener buenos amigos, incluso si es virtual, no importa. Le deseamos todo lo mejor para usted. Vamos de nuevo! Nos reuniremos siempre aquí. Felicidades. Tener una semana llena de mucha luz, el éxito, la paz, la salud , bendiciones, protección y felicidad. Dios está presente en cada momento. Un abrazo fraterno.
ResponderEliminarValdemir Reis
Jamás he estado en Barcelona ¿ o sí? Jámás he estado en la Boqueria ¿ o sí?, no lo sé, porque recuerdo los olores, los colores, los chismes de los tenderos, Biscuter haciendo la compra para guisar en el despacho de las Ramblas a través de las historias de Pepe Carvalho. Sí. él me ha llevado alguna vez a la ciudad eterna, esa que las olimpiadas transformaron para siempre. Piú nessuno mi porterá nel sud.
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